Como explicamos, una Compostela es la acreditación que otorga la Iglesia Católica a cualquier peregrino que haya realizado al menos los últimos 100 kms del Camino de Santiago a pie o a caballo con sentido espiritual o religioso.

Para conseguir la Compostela, el peregrino debe tener primero la Credencial del Camino de Santiago, que es un pequeño libro en forma de acordeón y debe tener los sellos autorizados que certifiquen que el caminante pasó por una determinada ruta en el camino. Ese sello se obtiene en hostales, bares, iglesias, etc. En cierto modo, la Credencial es el descendiente del salvoconducto que se daba a los peregrinos durante la Edad Media y que tenía la misma finalidad que la credencial actual.

Una vez que el peregrino termina el Camino de Santiago, puede recuperar su Compostela en el Centro Internacional de Acogida de Peregrinos.