UN PARAÍSO DE NATURALEZA, CULTURA Y GASTRONOMÍA

Hermosa ciudad que data del siglo I a.C. totalmente rodeada por una majestuosa muralla de 2,5 km de longitud construida en piedra con 87 torres circulares y diez formidables puertas que la protegieron durante la Edad Media. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985 y su construcción se inició en el siglo XI por orden del rey Alfonso VI de León tardando 9 años en finalizar.

Conocida como la ciudad de los santos y los caballeros, dentro de sus murallas se encuentran un sinfín de monumentos, iglesias, monasterios, entre otros lugares para visitar. Entre ellos se encuentran la Catedral de El Salvador (hay que subir al gran campanario), la Basílica de San Vicente, Convento de Santa Ana, Convento de Santo Tomás y el Convento de Santa Teresa.

La futura Reina Isabel la Católica pasó varios años de su juventud en el Convento de Santa Ana. También fue allí donde se trasladaron los Reyes Católicos tras la muerte de su único hijo, el Príncipe Juan. El príncipe fue enterrado en el Convento de Santo Tomás, donde durante unos años tuvo su sede la Santa Inquisición, teniendo como Inquisidor Jefe al Inquisidor General Fray Tomás Torquemada, además de ser lugar real y casa de verano de los Reyes Católicos. 

Cabe destacar en su cocina la trucha, el cochinillo asado, la famosa ternera de Ávila y de postre las yemas de Santa Teresa y las tetas de monja. 

Al salir de Ávila una parada obligatoria es el monumento de los Cuatro Postes, que proporciona una panorámica de Ávila que deja al viajero sin aliento.

CONVENTO-SANTA-ANA-02